sábado, 29 de mayo de 2010

TESTIMONIO EN LA JORNADA DE ORACIÓN POR LA VIDA CONTEMPLATIVA


Nuestra Revista IglesiaNivariense, entrevista en su último número, a fray Juan Alejandro Sierra. El día que en Guatemala Juan Pablo II canonizaba a nuestro querido Santo Hermano Pedro yo llegaba - declara- al Monasterio para hacer un mes de experiencia. Cada día de agosto de 2002 fue una reconfirmación como lo es también ahora. Así narra, el hasta el 24 de Junio en que realizará su profesión solemne sacerdote de nuestra diócesis, su proceso vocacional.

Casi desde la ordenación Sacerdotal, en 1995, estaba convencido de la llamada del Señor a una consagración total a Él en la vida contemplativa, en un principio era como una “inquietud” pero con el paso del tiempo se fue concretando. En los años que estuve en El Hierro en gran medida la “aparqué”. Al principio cuando fui clarificando la llamada me asusté. Tuve momentos donde intenté buscar motivos para decir NO, para tener que decir no intenté buscar obstáculos. Uno de ellos era el sentirme”arrancado”, el paso que tenía que dar, las cosas que debía cambiar, y cómo no también todo lo que debía que dejar: Diócesis, familia, vida “resuelta”… y una larga lista de cosas. Hay dos preguntas que hacen desaparecer los obstáculos y pone todo en su sitio: ¿Por quién lo hago? ¿Con quién me quedo? Y resulta que la respuesta me hace inmensamente feliz.

Con humildad tengo que decir que estoy firmemente convencido que el Señor me quiere en el Cister. Sustraerme sería una cobardía, rehusar sería una infidelidad.

Al concluir la experiencia apenas llevaba un año como párroco del Sobradillo y Llano del Moro, y fue entonces cuando pedí a Don Felipe autorización para ausentarme de la Diócesis durante dos años para ingresar en el Monasterio Cisterciense de Santa María de Valdediós (Asturias). Recuerdo que en la petición decía que en un principio sería algo temporal para más adelante hacerlo definitivo.

Ahora, el próximo 24 de Junio, en el Monasterio Cisterciense de la Estrecha Observancia de Santa María de Huerta (Soria) se convierte en definitivo. Sólo pretendo ir al Señor, porque Él me llama, y voy a él en el Camino Monástico, con éstos Hermanos, en la Liturgia diaria, en le trabajo y el estudio, en el silencio,… según la Regla de Nuestro Padre San Benito y la forma peculiar que dieron los Fundadores de Cister, en la “escuela de caridad fraterna”.

Que la Madre Amada nos ayude a cumplir el Plan de Dios en nuestras vidas. Junto a ella y con ella quiero siempre decir: “Sí. Aquí estoy. Amén. Aleluya.”
FRAY JUAN FUE ENTREVISTADO EN EL "ESPEJO DE LA DIÓCESIS" EMITIDO POR TENERIFE Y COPE LA PALMA, RECOMENDAMOS SU AUDICIÓN. PINCHE AQUI

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