viernes, 15 de junio de 2012

DIARIO DE UNA VISITA: EN EL 40º ANIVERSARIO DE CÁRITAS MAURITANIA (II)

Entrega material campaña "no hay limites..."
Segundo día. Miércoles 13 de Junio. Nouakchott, 23:30 horas. 
Como esperaba, hoy ha sido también otro día completo en contenidos y muy interesante. Para nuestra alegría, con menos calor que días anteriores. 

Comenzamos la mañana, después del desayuno, haciendo una visita a algunos de los proyectos que Cáritas desarrolla en la capital, concretamente en los barrios más pobres. Nouakchott es una ciudad de unos 800 mil habitantes, por lo cual se entiende que para trasladarse de un lugar a otro hay ciertas dificultades. El tema del tráfico para nosotros los europeos resulta un poco peculiar, diría que es “un caos organizado”. Llama la atención que el parque móvil está formado en su mayoría por vehículos grandes (sobre todo mercedes), pero muy deteriorados ya que son coches de “segunda mano” que llegan desde Europa cuando allí ya no pasan los controles de inspección. 

Nos dirigimos primero al barrio de Sebkha para conocer el trabajo con las cooperativas de mujeres. Desde el proyecto se acompaña diversas iniciativas orientadas a la promoción de las mujeres por medio de pequeñas iniciativas que generan recursos y que les ayudan a tener más autonomía y les posibilitan sacar adelante a su familia. Nos acompaña en la visita Lena (responsable del proyecto) y una de las animadoras. Se ha discipulado la hermana Elena, una religiosa Hija de San José que es voluntaria en el mismo proyecto. Entre las actividades que visitamos me alegra poder comprobar que están ya funcionando los salones de peluquería de las chicas jóvenes. En un local pequeño recién alquilado hay 3 chicas que están haciendo un peinado con extensiones bastante laborioso. Una de ellas está acompañada por su hijo pequeño de meses. En total trabajan 6 chicas en dos turnos de mañana y tarde. Se trata del proyecto que hemos estado apoyando desde Tenerife con la colaboración del Cabildo y la implicación de nuestras parroquias, más concretamente del arciprestazgo de Tegueste. A través del proyecto se ha dado formación en peluquería y estética a 20 chicas jóvenes de familias pobres de los barrios, para que luego ellas puedan poner en marcha salones que gestionen automáticamente. Han recibido también formación en gestión simple (contabilidad) y atención al cliente. 

También tuvimos la oportunidad de visitar tres experiencias más: un taller de costura, una cooperativa de tintura de telas (una actividad artesanal muy típica del país) y una boutique comunitaria (pequeña tienda de barrio), estas dos últimas en el barrio de El Mina. Lo más importante y enriquecedor para mi es poder escuchar a las mujeres compartiendo su visión de lo que ha supuesto para ellas y para sus familias el apoyo de Cáritas y de cómo, además, la formación recibida en el proyecto, ha hecho posible que se impliquen en los problemas de sus barrios. 

Parece algo sencillo, pero solo visitando estos barrios de la periferia de Nouakchott, viendo las precarias condiciones de las viviendas, la falta de infraestructuras, la extrema pobreza en que viven estas personas, te das cuenta de lo que realmente significa el trabajo que Cáritas Mauritania está realizando. 

El almuerzo lo hacemos en el barrio y está preparado por una de las cooperativas de mujeres. Como aperitivo unos dátiles con una crema (parece de crece). Luego cordero con una salsa de cebolla, hígado y algún ingrediente más que no llego a identificar; está todo muy bueno. Cuando creíamos que ya habías terminado porque nos trajeron los útiles para lavarnos las manos, aparecen unos recipientes con cuscus y carne de vaca. Y como no puede faltar, para terminar el té, elemento siempre presente en cualquier reunión o encuentro. Esta vez en las formas, comida típicamente mauritana: sentados en el suelo sobre los divanes y utilizando solo las manos para coger la comida. Me gusta que los que venimos de fuera, compartamos su manera de hacer lo cotidiano. 

La tarde ha estado dedicada a reuniones de trabajo. En la primera, muy interesante, hemos estado los jefes y personal del proyecto de Cáritas Mauritania y los invitados de las delegaciones. Ha sido muy rico porque, en una dinámica muy participada, hemos dialogado sobre cómo caritas puede incidir pública y políticamente en el contexto mauritano. La segunda reunión ha sido específica de la delegación española para valorar el primer año del acuerdo marco de colaboración que se ha firmado entre Cáritas Española, las Cáritas diocesanas canarias y Cáritas Mauritania. Ha sido una reunión intensa, pero muy positiva para mejorar la relación de trabajo que tenemos en la actualidad y plantear algunas perspectivas de futuro.

La jornada ha terminado con una cena ofrecida por el Presidente de Cáritas, Grabriel Hati en su casa y en la que participamos las delegaciones extranjeras, personal y miembros del consejo de Administración de Cáritas Mauritania, el obispo y varias religiosas. El ambiente ha sido muy familiar y muy distendido. La señora de Gabriel ha sido una perfecta anfitriona y hemos podido degustar productos de comida libanesa. He tenido la posibilidad de saludar y compartir mesa con un misionero español (concretamente navarro), que lleva aquí siete meses, aunque lleva en África unos cincuenta años. Es de la congregación de los Padres Blancos (igual que el obispo) y se llama Jesús Martínez.

Ha sido muy enriquecedor escuchar su testimonio. Me voy a descansar notando un poco de cansancio, pero ilusionado con lo que nos queda todavía por vivencia en esta visita”.

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